La mecha de su mirada

Asja Lacis y Walter Benjamin


ARMAS Y MUNICIONES


Había llegado a Riga para visitar a una amiga. Su casa, la ciudad, el idioma me eran desconocidos. Nadie me esperaba, nadie me conocía. Deambulé dos horas solo por las calles. Nunca he vuelto a verla así. De cada portal brotaba una llamarada, cada guardamantón lanzaba chispas, cada tranvía surgía de improviso como un coche de bomberos. Sí, bien podía ella salir de este portal, doblar la esquina y sentarse en el tranvía. De los dos tenía que ser yo, a toda costa, el primero en ver al otro. Pues de haberme rozado ella con la mecha de su mirada, yo habría volado por los aires como un depósito de municiones.
Walter Benjamin. Dirección Única.

Asja Lacis