Toas las flores del campo andaluz,
al rayar el día llenas de rocío,
lloran penas que yo estoy pasando,
desde el primer día que te he conocido,
porque en tu querer,
tengo puestos los cinco sentíos,
y me vuelvo loco sin poderte ver.
Largamente muerto y replegado en sí mismo, mi corazón saluda la belleza del mundo. (Hölderlin)